viernes, 13 de agosto de 2010

Hace frío o soy yo?






CHINOK:
El Guardián del Umbral


Luego de tocar ese paraíso plástico que quiso y no creyó tener merecido, el místico cayó en una era de revoluciones violentas. Demiurgo se disfrazó de trickster y de ángel y lo enterró entre las piedras mas duras. Guerras y paranoia por doquier. Como un híbrido de tigre y murciélago encarcelado en la pava que chilla detrás del sordo.

El ocultista mencionó una vez que para encontrar la piedra filosofal uno tiene que excavar hondo… y mierda que tenia razón! Pero uno puede agarrarle el gusto a esto. Encontrarlo entretenido y verlo como un deporte personal. Y, para quienes queremos aprender de la sonrisa del buda, no nos resulta grato que se jueguen campeonatos de minería interior diarios sabiendo que los cerezos del nirvana se encuentran de la carne para afuera. Y así termina uno en un tira y afloja teniendo la cuerda estratégicamente amarrada al obelisco del infierno personal. Por suerte, un día de lucidez, me anticipe a mi programación y, en medio de un simposio filosófico de fin de semana, coloque un ancla dentro del ocultista y amarre el otro extremo de la cuerda, y desde entonces, en cada sesión que tenemos aprovecho para pasar por un checkpoint (no contabas con mi astucia, guachin!)

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