lunes, 30 de agosto de 2010

Rapaparabarabapaparam...

EL DIABLO: La desestructuración del pensamiento



  El mundo esta raro estos días. Como si el perro sin dientes estuviera ahora no solo anestesiado, si no también sin sueños ni ilusiones. En cuanto se destila un color en este balde de alcohol medicinal en el que nos ahogamos, la gente se brota, teme, huye, y dan lugar a una actuación tan verdadera que le colocamos una sinopsis al lado que diga “ley divina” o impotencia física justificada. “Tengo miedo de soñar! Prefiero comprar fantasías realistas a regalar realidades mágicas! Tengo lo que quieren que tenga, para que voy a necesitar pensar?!” Gritan. Luego dan lugar a una quema de brujas no sin antes haberles acertado un tiro en los óvulos. Las reglas de la trampa se deslizaron detrás de vaya a saber que sillón, solo quedamos unos bastardos sin corazón quienes ni siquiera nos gastamos en llenar el hueco con un cerebro. Somos cadáveres sin futuro y resignados a ni si quiera haber conocido un  pasado. No queremos honestidad, de ser así saldríamos afuera con nuestras armas y realizaríamos homicidios colectivos de inocentes para darle cuerpo físico a nuestra eutanasia. Pero no nos confundamos. No somos malos, solo entupidos. Nos sacaron el cerebro generaciones antes y ahora nosotros le vamos quitando el pulso a nuestro mapa genético. Pero eso no nos contenta! Queremos encerrar al planeta en un ladrillo que solo podamos captar con nuestras barreras mentales para sentarnos en un sofá tejido con el cuero de Jesús, sudar, y luego reír  hipócritamente jactándonos de que somos mejores que nuestros hijos. Y de la misma forma veo vida surgir de las piedras más inertes. Los locos estamos en este mundo para contagiar y así dejar la locura de lado. El hombre romántico voló porque quiso, y ahora toda una gama de clones sin sistema nervioso cruza el cielo otorgando la mala noticia de que existen. Pero lo divertido de ver la noche mas oscura es que se divisan las estrellas mas brillantes, y si mañana nos cubre una nube, pasado vamos a estrellarnos sobre sus cabezas.

No hay comentarios: